Creación de valor vs Conservación de Valor

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Este fenómeno de invertir en "emprendedores aventureros" me ha sorprendido de la cultura de los Estados Unidos y en particular de Silicon Valley.

En América Latina solemos ser más cálidos con las personas, amigables y fácilmente creamos un lazo de amistad. En cambio en Estados Unidos en general es una cultura más fría en cuanto a las relaciones personales y de amistad. Sin embargo, los latinos cuando se trata de apoyar a una persona emprendedora, que quiere arriesgar su tiempo y energías en un proyecto nuevo e innovador nos retraemos al momento que se acerca a pedir inversión, incluso hasta nos distanciamos. Nos sentimos más cómodos en invertir en unos ladrillos o edificios que en el potencial de una persona.

En cambio, el "gringo frío" o alguien con una cultura similar se atreve más fácilmente a apoyar a ese emprendedor y arriesgar su capital.

No cabe duda que esta segunda actitud es la que está generando el valor económico en los polos de innovación donde se le apuesta al potencial de las personas y no sólo a ladrillos u otros bienes tangibles.

Yo le llamo al modelo clásico enseñado en la mayoría de las escuelas de negocio de América Latina, modelo de conservación de valor, vs al que se vive aquí en Silicon Valley un modelo de creación de valor.

Tampoco se trata de poner en riesgo nuestro capital y patrimonio generado durante años. Hay estrategias probadas para minimizar el riesgo natural del Venture Capital. Pero cualquier persona, institución, empresa, banco que tenga excedentes de capital me parece que al menos puede destinar entre el 5% y 10% a "Venture Capital" Si esto no ocurre, seguiremos comprando las innovaciones de otros y patrocinándoles su desarrollo económico. Estuve en una reunión reciente en Gdl con un banco que maneja activos de 165,000 millones de dólares y destina 0 (cero, nada) a Venture Capital. Estuve en una reunión con cerca de 200 especialistas financieros y sólo 2 o 3 de ellos han hecho inversiones en startups, estuve con el director de un programa educativo en Venture Capital y dijo que nunca invertiría en una startup. Lo que sobra es educación al respecto, lo que falta es gente arriesgada.

Cómo urge meter en este carril a América Latina, aunque afortunadamente hay señales claras de irse moviendo en esta dirección. Ojalá sean más los inversionistas que se sumen a esta transformación y no sólo dejemos que capture la oportunidad capital extranjero.

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